Foto: Andrés Durand - www.dechalaca.comAte - Lunes 08 de Diciembre (Escrito por Mario Azabache Romero - www.dechalaca.com): Esa sana costumbre del final. Se jugaban los minutos adicionales de la segunda etapa, y el Atlético Torino resignaba un empate en su primera presentación ante el novel Cobresol de Moquegua. Hasta que apareció Ronald Ramírez en el último suspiro del partido para marcar, como siempre en la historia del 'Taladro' en las Finalísimas, un agónico tanto que se llevó el 2-1 para el norte.
Su rica historia en el fútbol peruano señala que acostumbra lograr victorias dramáticas en los cierres de los encuentros, y esta la tarde no sería la excepción: un gol sobre la hora le dio los primeros tres puntos al 'Rey de Copas'. El retorno del Torino a la máxima división del fútbol peruano está cada vez más cerca.
Su rica historia en el fútbol peruano señala que acostumbra lograr victorias dramáticas en los cierres de los encuentros, y esta la tarde no sería la excepción: un gol sobre la hora le dio los primeros tres puntos al 'Rey de Copas'. El retorno del Torino a la máxima división del fútbol peruano está cada vez más cerca.
De cal y arena
El primer tiempo ofreció 15 minutos iniciales fabulosos: ambos conjuntos habían llegado en dos oportunidades al arco rival y hacían presagiar un emocionante cotejo. No obstante, los siguientes 30 minutos de la etapa inicial se tornaron de lucha en el medio sector y sin jugadas de peligro. Los talareños se excedían en las jugadas individuales, mientras que los moqueguanos abusaban de los centros diagonales en busca de su delantero Miguel Silva. Con el 0-0 se iban al descanso.
El primer tiempo ofreció 15 minutos iniciales fabulosos: ambos conjuntos habían llegado en dos oportunidades al arco rival y hacían presagiar un emocionante cotejo. No obstante, los siguientes 30 minutos de la etapa inicial se tornaron de lucha en el medio sector y sin jugadas de peligro. Los talareños se excedían en las jugadas individuales, mientras que los moqueguanos abusaban de los centros diagonales en busca de su delantero Miguel Silva. Con el 0-0 se iban al descanso.
Goleador…goleador…tantas veces tú
Paul García no había aparecido mucho en el juego, salvo un remate suyo que conjuró el golero moqueguano Espinoza en el primer tiempo. Pero cumplió la regla de un verdadero cazador de área: sobre los 57’, le llegó un buen pase de Díaz; controló el balón para luego eludir a Espinoza y cuando parecía que se quedaba sin ángulo para la definición lograba anotar el primer gol de la tarde. García se hacía presente en el marcador, algo usual en esta campaña 2008 del "Taladro del Norte".
Paul García no había aparecido mucho en el juego, salvo un remate suyo que conjuró el golero moqueguano Espinoza en el primer tiempo. Pero cumplió la regla de un verdadero cazador de área: sobre los 57’, le llegó un buen pase de Díaz; controló el balón para luego eludir a Espinoza y cuando parecía que se quedaba sin ángulo para la definición lograba anotar el primer gol de la tarde. García se hacía presente en el marcador, algo usual en esta campaña 2008 del "Taladro del Norte".
De cazador a cazador
Héctor Rojas no quería quedarse atrás. Si el goleador talareño se había hecho presente, él como máximo anotador del Cobresol, también pretendía ello. Es así que a los 75’, logra superar la marca de dos zagueros rivales para internar en el área talareña; allí sería derribado por Manuel Riofrío. Penal indiscutible. Sería el propio Rojas, el encargado de ejecutar de forma correcta la pena máxima. El marcador indicaba un 1-1 que se ajustaba al parejo trámite que acontecía en el terreno de juego.
Héctor Rojas no quería quedarse atrás. Si el goleador talareño se había hecho presente, él como máximo anotador del Cobresol, también pretendía ello. Es así que a los 75’, logra superar la marca de dos zagueros rivales para internar en el área talareña; allí sería derribado por Manuel Riofrío. Penal indiscutible. Sería el propio Rojas, el encargado de ejecutar de forma correcta la pena máxima. El marcador indicaba un 1-1 que se ajustaba al parejo trámite que acontecía en el terreno de juego.
El triunfo llegó de la banca
La dupla Chale-Zúñiga acertó en los cambios; la prueba de aquella premisa está en el segundo tanto talareño: en la última jugada, Carlos Meléndez que había ingresado sobre los 84’, sacaba un centro rasante desde el flanco derecho, que era conectado por Ronald Ramírez, otro jugador venido del banco. Era el 2-1 definitivo, que llenó de alegría a los numerosos hinchas granates que se dieron cita en el Monumental.
La dupla Chale-Zúñiga acertó en los cambios; la prueba de aquella premisa está en el segundo tanto talareño: en la última jugada, Carlos Meléndez que había ingresado sobre los 84’, sacaba un centro rasante desde el flanco derecho, que era conectado por Ronald Ramírez, otro jugador venido del banco. Era el 2-1 definitivo, que llenó de alegría a los numerosos hinchas granates que se dieron cita en el Monumental.
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