Talareños lucharon, sin embargo, al CNI de Iquitos le bastó con el empate para sellar su retorno a Primera (Foto: Andrés Durand / www.dechalaca.com)Ate - Viernes 12 de Noviembre (Escrito por Roberto Castro - www.dechalaca.com): En un partido vibrante, digno corolario de una Finalísima, CNI empató 1-1 con Torino y logró el retorno a Primera División tras 16 años de ausencia. Iquitos festeja al ritmo del 'Albo'. En cambio, el 'Taladro', sumido en problemas internos, falló -para colmo de males- un penal, y acabó renegando de su historia y dejando de ganar por primera vez una Finalísima.
Los minutos finales de una noche intensa, de una noche de Copa, fueron el perfecto justificativo de que esta fiesta sea conocida como aquella del fútbol macho, aguerrido, de barrio, de terral. Ese fútbol que el peruano puede ver en la pista frente a casa, en el arenal de los pies descalzos. Porque en el remate al palo de Barrena, los chiches de 'Peter' Díaz, la gambeta de más de Valladares y el descuelgue a doble mano del pintoresco pero conmovedor arquerito Sami utia está el ejemplo de cómo la falta de técnica se puede suplir con generoso derroche de energías y corazón.
Los minutos finales de una noche intensa, de una noche de Copa, fueron el perfecto justificativo de que esta fiesta sea conocida como aquella del fútbol macho, aguerrido, de barrio, de terral. Ese fútbol que el peruano puede ver en la pista frente a casa, en el arenal de los pies descalzos. Porque en el remate al palo de Barrena, los chiches de 'Peter' Díaz, la gambeta de más de Valladares y el descuelgue a doble mano del pintoresco pero conmovedor arquerito Sami utia está el ejemplo de cómo la falta de técnica se puede suplir con generoso derroche de energías y corazón.
'Taladro' penalizado
Torino llegó al partido envuelto en uno de esos tan -lamentablemente- peruanos entredichos entre dirigentes que no pagan y jugadores a disgusto. Pese a ello, los de Chale dieron la talla en la cancha, más allá de que el 'Maestro' haya usado como tenida para la ocasión una camiseta azul made in Avenida Abancay al más puro estilo de un extra de Risas y Salsa. Obligado a ganar por el resultado de Huancayo, la historia se puso del lado de Torino cuando a los 14' apenas dispuso de un penal a favor por falta del golero Pinedo. Pero este, muy cuestionado el martes por el primer gol que le anotó Cobresol, se resarció al atajarle el penal a Coba.
Torino llegó al partido envuelto en uno de esos tan -lamentablemente- peruanos entredichos entre dirigentes que no pagan y jugadores a disgusto. Pese a ello, los de Chale dieron la talla en la cancha, más allá de que el 'Maestro' haya usado como tenida para la ocasión una camiseta azul made in Avenida Abancay al más puro estilo de un extra de Risas y Salsa. Obligado a ganar por el resultado de Huancayo, la historia se puso del lado de Torino cuando a los 14' apenas dispuso de un penal a favor por falta del golero Pinedo. Pero este, muy cuestionado el martes por el primer gol que le anotó Cobresol, se resarció al atajarle el penal a Coba.
Maneras de controlar
Los talareños tuvieron más la pelota porque a la vez tenían, también, la presión encima. 'Peter' Díaz comenzaba a desequilibrar, pero la defensa iquiteña, siempre con Sanguinetti como estandarte, también había levantado su nivel respecto del martes con el regreso de Beltán al carril izquierdo. El libreto de los de Machuca era más sencillo: buscar a Barrena y buscar a través de este que Luna desborde para triangular con el 'Torpedo' Valenzuela. Aunque todo comenzaría a cambiar con la llegada del complemento.
Los talareños tuvieron más la pelota porque a la vez tenían, también, la presión encima. 'Peter' Díaz comenzaba a desequilibrar, pero la defensa iquiteña, siempre con Sanguinetti como estandarte, también había levantado su nivel respecto del martes con el regreso de Beltán al carril izquierdo. El libreto de los de Machuca era más sencillo: buscar a Barrena y buscar a través de este que Luna desborde para triangular con el 'Torpedo' Valenzuela. Aunque todo comenzaría a cambiar con la llegada del complemento.
Todo cambia (1)
Primero, por los goles: pegó CNI con un autogol del zaguero talareño Guerra, que descolocó a Riofrío a la saldia de un córner, aunque casi de inmediato respondió Torino a través del ingresado Moriches, quien recogió un rebote a la entrada del área y, con calidad, la puso arriba, imposible para Pinedo. Segundo, porque luego de esta última jugada se produjo una doble expulsión que condicionó el resto del cotejo: Pinedo y el recién ingresado Ronald Ramírez se enfrascaron en una discusión que acabó con ambos en las duchas. Con diez hombres, los espacios se ampliarían y se daria pie al partidazo que se vivió en la última media hora.
Primero, por los goles: pegó CNI con un autogol del zaguero talareño Guerra, que descolocó a Riofrío a la saldia de un córner, aunque casi de inmediato respondió Torino a través del ingresado Moriches, quien recogió un rebote a la entrada del área y, con calidad, la puso arriba, imposible para Pinedo. Segundo, porque luego de esta última jugada se produjo una doble expulsión que condicionó el resto del cotejo: Pinedo y el recién ingresado Ronald Ramírez se enfrascaron en una discusión que acabó con ambos en las duchas. Con diez hombres, los espacios se ampliarían y se daria pie al partidazo que se vivió en la última media hora.
Todo cambia (2)
Ahora, por los ingresos. En Torino, el protagonismo en el tramo final del cotejo, como siempre ocurre con los equipos de Chale, lo tuvieron los que el técnico envió desde el banco. Con Moriches -además del tanto- se ganó capacidad de desborde por la banda derecha y presencia en el área, y con Valladares una cuota de gambeta que, no obstante, trocó en búmeran cuando el mediapunta se enredó más de una vez con el balón antes de servírselo a los puntas Coba o Flores. En CNI, los minutos finales fueron los del golerito Sami Utia, un esmirriado arquero de no más de 1.70 mts. y nombre genuinamente charapa que se robó los aplausos de la noche al descolgar un tiro de media distancia a doble mano, en una atajada de película. Si la lesión del titular Ángel Venegas había sido un dolor de cabeza ante Cobresol, esta vez nadie lo extrañó.
Ahora, por los ingresos. En Torino, el protagonismo en el tramo final del cotejo, como siempre ocurre con los equipos de Chale, lo tuvieron los que el técnico envió desde el banco. Con Moriches -además del tanto- se ganó capacidad de desborde por la banda derecha y presencia en el área, y con Valladares una cuota de gambeta que, no obstante, trocó en búmeran cuando el mediapunta se enredó más de una vez con el balón antes de servírselo a los puntas Coba o Flores. En CNI, los minutos finales fueron los del golerito Sami Utia, un esmirriado arquero de no más de 1.70 mts. y nombre genuinamente charapa que se robó los aplausos de la noche al descolgar un tiro de media distancia a doble mano, en una atajada de película. Si la lesión del titular Ángel Venegas había sido un dolor de cabeza ante Cobresol, esta vez nadie lo extrañó.
De la selva su encanto
Sobre el final pasó de todo, de ida y vuelta en ambos arcos, con defensas como Guerra volcados al arco rival buscando resarcir su error anterior y vendiendo así al meta Riofrío, que en una quedó mano a mano con Celis, quien increíblemente la tiró lejísimos cuando pudo asegurar el 2-1. Antes, Barrena había estado a punto de mandar a apagar las luces del Monumental con un disparo de media distancia que podría haber sido el golazo de la Copa. Igual, el 'Chato', con sus 1.55 mts. de estatura que lo retuvieron varios años junto a muchos juveniles en América Cochachuayco sin ser promovido, podrá decir que una noche de diciembre de 2008, él logró su propio ascenso. Junto con ese equipo albo que, gallardo y lleno de acción, como canta el himno que retumbó en el festejo loretano al final de los 90', ha vuelto para decir que la selva existe en Primera División.
Sobre el final pasó de todo, de ida y vuelta en ambos arcos, con defensas como Guerra volcados al arco rival buscando resarcir su error anterior y vendiendo así al meta Riofrío, que en una quedó mano a mano con Celis, quien increíblemente la tiró lejísimos cuando pudo asegurar el 2-1. Antes, Barrena había estado a punto de mandar a apagar las luces del Monumental con un disparo de media distancia que podría haber sido el golazo de la Copa. Igual, el 'Chato', con sus 1.55 mts. de estatura que lo retuvieron varios años junto a muchos juveniles en América Cochachuayco sin ser promovido, podrá decir que una noche de diciembre de 2008, él logró su propio ascenso. Junto con ese equipo albo que, gallardo y lleno de acción, como canta el himno que retumbó en el festejo loretano al final de los 90', ha vuelto para decir que la selva existe en Primera División.
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